miércoles, 23 de septiembre de 2015

THE WITCHER III: WILD HUNT



     Hoy toca la tercera parte de una gran saga de juegos basados en la obra de Andrzej Sapkowski. Analizaré personalmente este videojuego utilizando mis propias capturas, y por supuesto, sin hacer spoilers.

     Un juego de rol y acción narrado en un mundo enorme con amplias posibilidades. Tú eliges el destino. Así nos lo venden en la caja, pero... ¿será cierto? Vamos a verlo.

     La historia que seguiremos es una secuela de los otros juegos anteriores que, aunque independiente, está conectada evidentemente, por los lazos que unen a todos los personajes y situaciones del universo creado por nuestro amigo polaco Andrzej. ¿Es obligatorio haber jugado a los anteriores juegos? NO, pero sí aconsejable. ¿Es obligatorio haberse leído los ocho libros del personaje? NO, pero sí aconsejable, de hecho, yo me estoy leyendo el primero y he disfrutado como un niño pequeño al mando.

Ahora que está despejao... voy a darme un paseo por los inofensivos campos de Temeria durante 140 horas...

     En nuestro incansable e inagotable periplo, conoceremos a nuevos personajes, y volveremos a ver a otros que ya han salido en las entregas anteriores y/o en los libros, teniendo cada uno una personalidad distinta, de la que el juego mismo ya se encarga de enfatizar mediante un guion muy bien elaborado. La trama te obliga a permanecer en tu sillón, o sofá, o cama, o suelo, o cojín hasta que tu piel, seca y carente de carne se pegue a tus huesos... A no ser, claro está, que te impongas un horario para jugar y otro para tener vida social, lo cual sería la mejor de las ideas.

     Estamos hablando de un juego largo, muuy largo en su historia principal, más además, muchas historias secundarias, ya sean paralelas a la trama, encargos de brujo, o misiones marcadas en el mapa con una exclamación amarilla. Tenemos entretenimiento para mucho rato, creedme.

Mmmmm... Mis sentidos de brujo me advierten que ya es de noche...
     La jugabilidad es bastante sencilla. Un botón para correr (gasta energía), otro para saltar y esquivar, otro para ataque rápido, otro para ataque lento pero fuerte, otro para bloquear y contraatacar, otro para usar los sentidos de brujo... Y es ese un tema que me ha gustado mucho. En muchas misiones, ya sean secundarias o no, habrá que usarlos para investigar la zona de un crimen, o simplemente para perseguir a un malévolo monstruo que lo único que quiere es alimentarse dignamente, y aunque algunas sean repetitivas en su forma de proceder, a mí no me ha aburrido ninguna. (Por el momento, porque aún me quedan algunas por hacer). El mando responde bastante bien a los movimientos y a la acción en general.

Churriii, ya he vueltoo. He traído tres tragos de Rayo y seis trozos de pan para desayunar.


 El juego es en toda regla un Sandbox, con una libertad de decisión y de desplazamiento muy grande, donde aquello que has elegido quedará marcado PARA SIEMPRE en la historia, y cuyas decisiones no vienen regidas por lo que está correcto o no, si no por lo que TÚ y solamente tú quieres hacer. Aquí no hay karma o un indicador de bondad y maldad. Haz lo que harías en su situación y obtendrás el final y la historia que mereces. En cuanto al desplazamiento, hay puntos de viajes rápidos en poblados y algunos puntos del mapeado que se desbloquean conforme descubrimos lugares nuevos. Así, si queremos ir a un punto que está a tomar por el...  digamos que bastante lejos, nos acercamos a unos de esos postes descubiertos, y elegimos otro de ellos para situarnos allí en un santiamén (vamos, en lo que tarda en cargar el juego). Otra de las opciones es patear a lo camino de Santiago, o usar a nuestro fiel corcel "Sardinilla". Un compañero tan fiel como omnipresente.

Vamos Sardinilla. ¡Arre! Solo tenemos que cruzar tres puentes, abatir a dos Golems, cuatro Trolls, contarle mi vida a dos herreros y llegar hasta esa fortaleza de ahí para comprar el pan.


     Y es que nuestro caballo estará (casi) siempre que lo necesitemos pulsando dos veces el Sticker izquierdo (en la versión Xbox, claro). Él se encargará de darnos transporte, pero nosotros debemos asegurarnos que no se asuste mucho con las terribles amenazas de los bosques, y que no se canse en exceso cuando galopamos mucho tiempo. Afortunadamente podemos mejorar sus habilidades comprando mejores sillas de montar para aumentar su vigor, y sofisticadas anteojeras para evitar que se asuste tanto que nos haga caer al suelo. Además, es a través de él, por el que podemos elevar el nivel de carga de objetos de nuestro fiel Geralt, así como colgar nuestros trofeos de caza para mejorar ciertas características en la lucha a caballo.

     Como viene acostumbrándonos nuestro amigo brujo, dispondremos de dos espadas, la de acero para mortales, y la de plata para seres mágicos, así como una ballesta para el tiro a distancia. Nuestras queridas señales mágicas, para defendernos y cubrirnos, también estarán ahí. Una nos daran la capacidad de influír en las mentes (al más puro estilo Jedi), otra nos protegerá con un escudo de energía, otra para crear una trampa en el suelo que hará más vulnerables a los que la pisen, otra nos permitirá lanzar fuego por nuestras manos, y la última nos dejará usar un empujón telequinético para tirar al suelo a nuestros enemigos. Tampoco debemos olvidarnos de las pociones típicas de los brujos, preparándose mediante las recetas que iremos adquiriendo y creadas mediante alquimia. Pero cuidado, porque si abusamos de ellas, su toxicidad nos envenenará y Geralt nos mostrará un rostro bastante deteriorado, aunque por fortuna, el daño y el envenenamiento se disipa con el tiempo.

¡Ay! Creo que la última poción Golondrina no me ha sentado muy bien...

      Dispondremos de la tan conocida opción de "meditar", por la cual, dejaremos pasar el tiempo que necesitemos hasta un máximo de veintitrés horas, se restaurará la salud, y nuestras pociones se repondrán siempre que tengamos alcohol para poder hacerlo. 

     Este es un tipo de juego de rol que carece de "autolevel", es decir, los enemigos y nuestro entorno, no sube de nivel en relación a nosotros, si no que somos nosotros los que tenemos que ir subiendo para que el mundo en el que vivimos sea algo menos peligroso. Si te adentras mucho en parajes pantanosos (nunca mejor dicho), cuando acabas de comenzar el juego, mal asunto. Encima de los enemigos estará su barra de salud, su nivel de experiencia, y si éste te supera con creces, una calavera que indica que enfrentarse a él es un auténtico suicidio. Igual pasa con las misiones. Al lado de su descripción te informa del nivel recomendado para poder intentarlo. Si te indica en rojo un nivel muy superior, ni se te ocurra aceptarlo hasta que hagas otras misiones secundarias y puedas subir rápidamente tu experiencia. Y como en todo buen juego de rol, conforme subas de nivel, desbloquearás puntos de habilidad para mejorar a Geralt, como aumento de salud, mejoras en las señales, un tiempo bala para el apuntado de la ballesta, y un largo etcétera de características nuevas que habrá que ir poniendo en las (limitadas) ranuras que se irán desbloqueando cuanta más experiencia tengas.

Los cuadros negros son textos a elegir para el desarrollo de la conversación. Tapados, evidentemente, para no desvelar nada de la trama.


     Gráficamente el juego cumple MUCHO. Unas texturas muy bien hechas, una resolución óptima, unas iluminaciones muy realistas, y un montón de detalles que no hace más que embarcarte en el gran mundo del brujo Geralt. Además, no he notado ningún bajón de frame ni en los momentos de una dura carga gráfica, siendo la estabilidad otra característica que también me ha asombrado bastante. Los árboles, el pelo y la ropa se mueven en sintonía con el viento, y las condiciones atmosféricas, porque en este mundo, igual está despejado, que llueve, que nieva, que hace aire de una manera bastante realista.

     El sonido muy bueno. Las pisadas, la excelente labor de doblaje (no está en castellano, se siente), y una música bonita de toques celtas, así como coros en las partes más épicas.

     Pero... ¿Hay bugs? -SÍ, niño, hay bugs. JAMÁS he visto un juego sin bugs. Hasta recuerdo haber visto bugs en el primer "Prince of Persia" que jugaba en mi 286. Pero, señor analista... ¿bugs molestos? -Qué pesado eres niño..., pero mira, sinceramente... sí... alguno que otro ha sido molesto...

Aquí, un bug no me permitía subir por la escalera, el personaje intentaba subir, pero mágicamente se soltaba. Tuve que volver a cargar la partida. No me volvió a pasar en todo el juego.


Un bug persistente en las armaduras pesadas, cuyos faldones atraviesan el personaje. Es molesto visualmente, aunque de fácil reparación, quitando y poniendo la vestidura sin salir del menú inventario, se arregla.



         The Witcher III es un juego complejo que me llevaría mucho tiempo nombrar todas las pequeñas cosas que tiene. Desde cumplir con simples objetivos de caza-monstruos, hasta buscar tesoros por tierra, en las cumbres, en las profundidades del mar, pasando por cortarte el pelo y la barba a la última moda de Wyzima (cuidao, ésta le crece con los días si le afeitas por completo), comprar ropa elegante, armaduras y armas de distintos tipos, jugar a las cartas al más puro estilo Magic...


Como arriba no veo tesorillos, voy a ver si por aquí abajo voy teniendo lo que viene siendo suerte.


-¿Mi espada está lista? -No... - Bueno, pues te compraré la primera mierda que vea que sea ligeramente mejor a la mierda que tengo yo.


PROS: Buena historia, buenos personajes, buena ambientación, bueno técnicamente, buen sonido, buena jugabilidad, buen mundo, buen TODO.

CONTRAS: NADA. Bueno... siendo sinceros, no estaría nada mal que arreglaran esos pequeños bugs que en algún que otro momento puede entorpecer la experiencia.


Historia: 10

Narrativa: 10

Personajes: 10

Jugabilidad: 10

Técnicamente: 9 


¿Recomiendas su compra?: Definitivamente sí.



Nota final: 9.8 



¡Ah! Olvidé mencionar que el juego carece de censuras, tanto en sangre, como en todo tipo de diversión.



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